Durante los últimos 20 años se ha venido desarrollando una “automatización” de procesos a lo largo y ancho del mundo en todo tipo de industrias. Aún cuando esta automatización ha eliminado muchos puestos de trabajo, hasta hoy se concentraba principalmente en puestos de trabajo poco especializados con labores rutinarias y fáciles de automatizar mediante alguna combinación de hardware y software.
Hoy en día, el reto va mucho más allá, la tecnología ha comenzado a cobrar su peaje en puestos de trabajo mucho más especializados. Las crisis, generalmente, son resultado de intentar continuar haciendo las mismas cosas de la misma forma cuando en realidad se han sucedido cambios tan importantes alrededor, que simplemente no nos permiten continuar por el camino tradicional. Sin duda alguna la crisis actual es el resultado de negar durante varios años que hay un cambio muy profundo en nuestras sociedades. Tenemos frente a nosotros una tendencia que se viene desarrollando durante los últimos 30 años: la creciente participación de la tecnología en nuestras vidas.
Hay 2 puntos a resaltar del párrafo anterior: Tendencia y Vida. Es importante comprender que la participación de la tecnología en todos los aspectos de nuestras vidas no es temporal, no es una moda, no ha sido repentino y lejos de estabilizarse seguirá en franco aumento, y por sobre todas las cosas, con un crecimiento exponencial en nuestras actividades diarias. Esto ha creado una tendencia en aumento.
En nuestro artículo “La creciente brecha entre educación y tecnología nos exige un nuevo modelo educativo 2.0” comentábamos: “Muy complicada será la situación para aquellas personas que no puedan adquirir “conocimientos especializados” o “mantenerse actualizadas” en su área, el conocimiento básico y general será desplazado por el conocimiento especializado cada vez más , y, en un mundo globalizado y con alto desempleo (aquellas personas sin conocimientos especializados) irán perdiendo protagonismo y posibilidades de empleo” y también: “Un punto crucial con el cual nos encontramos a diario en nuestras organizaciones clientes es el largo tiempo que lleva formar profesionales capacitados en los nuevas tecnologías disponibles para las diferentes industrias.”
Hoy, la competencia no viene solamente desde personas mucho más especializadas que nosotros, sino que ya está presente en la automatización de procesos como tal. Es decir, mi puesto de trabajo no solamente esta en riesgo porque pueda existir alguien mejor capacitado para el mismo, sino porque mis tareas diarias se hayan vuelto tan rutinarias que pueden ser llevadas a cabo de manera mucho más eficiente por algún software específico.
Tal vez estamos a unos 20 ó 30 años de contar con inteligencia artificial propiamente dicha (El proyecto Blue Brain de Suiza es el más cercano). Sin embargo, como nos ha demostrado la supercomputadora Watson de IBM, ya es posible generar mejores resultados en labores cognitivas especializadas que el propio ser humano.
Watson ha sido específicamente diseñado para competir en el famoso juego de conocimientos de Estados Unidos “Jeopardy”, y le ha ganado a los más brillantes competidores históricos. La capacidad más importante de Watson es la de “aprender” a responder de acuerdo a una cantidad de datos almacenados y respuestas previas. En este procesamiento de información ha sido muy superior al ser humano.
Otro ejemplo es el traductor de Google, que lejos de ser perfecto, hoy en día logra traducciones “aceptables” en la primera vuelta. Sin embargo el punto más importante del traductor de Google es que el mismo realiza sus traducciones analizando millones de documentos almacenados. Tiene la capacidad de “aprender” de documentos y traducir, sin necesidad de contratar una cantidad de traductores de cada uno de los idiomas.
Otro ejemplo de cómo la tecnología está participando de las funciones más especializadas en diferentes industrias fue publicado en el New York Times hace unos meses en un artículo llamado “Armies of Expensive Lawyers, Replaced by Cheaper Software”, en el mismo se explica como a través del software eDiscovery un estudio de abogados puede determinar entre millones de documentos electrónicos legales cuáles son relevantes para un caso en particular. Este trabajo se hubiese realizado históricamente con varios abogados buscando en grandes bibliotecas o cajas de archivos de papel. Hoy en día esos puestos de trabajo no existen.
Hay miles de casos similares, sin embargo, lo importante es que esta tecnología ya está disponible y en uso. Si bien son casos que se aplican a un área o función específica (Jeopardy, Traducir, Documentos Legales), también es cierto que nuestros empleos tienen un área específica en su mayoría. Por lo que la “participación” del software, hardware o una combinación de ambos en nuestra industria y área de trabajo ya es una realidad.
Es fundamental comprender esta participación como una realidad, posiblemente una amenaza, pero sobre todas las cosas como la oportunidad de rediseñar nuestras funciones, nuestra educación y nuestras sociedades. En la búsqueda por mayores ganancias las empresas sumarán mayor tecnología día a día, aún cuando los sindicatos laborales seguramente intenten limitar la misma por el impacto que tendrá en los puestos de trabajo, estas limitaciones a través de regulaciones o leyes serán temporales, y en el mejor de los casos lograrán regular la velocidad pero no el resultado.
Hoy en día no basta con llevar a cabo las funciones específicas del nuestra descripción de cargo. Cada uno de nosotros debe comprender su empresa, su industria, la competencia, el mercado y sobre todo al mundo y la participación de la tecnología en nuestras vidas.
Hacer de la tecnología un complemento para mejorar nuestro rendimiento esta en cada uno de nosotros. Si no la vemos como un complemento para mejorar nuestro potencial automáticamente será nuestra competencia y ya vimos con Watson los resultados de competir directamente con una combinación de hardware y software en un área específica.